Tal como comenta Karen Randall en la lista “FINS” los conceptos “high” y “low” (sobre el mantenimiento del acuario) , pueden llevarnos a confusión, ya que son ambiguos. No es todo “high” ni "low", sino que hay matices. Opina que ha visto acuarios muy bellos mantenidos siguiendo modelos “low” y otros menos bonitos que se han inspirado en un “high”. Simplemente son dos filosofías diferentes que pueden servirnos al iniciarnos en la técnica del mantenimiento.
Las diferentes combinaciones que se pueden dar entre estos modelos, al ir combinando características de ambos, nos hacen muy difícil en ocasiones diferenciar entre uno y otro. Por eso Karen añade que es mucho más útil hablar de acuarios con “mucha luz – gran desarrollo” y otros con “poca luz – poco desarrollo”, en lugar de "high" versus "low". De hecho, hay muchos tanques con poca luz que son mantenidos con mucha técnica, y otros con mucha luz, que usan poca técnica.
Parece de sentido común que una clasificación fundada en estas dos nuevas variables propuestas por Randall nos puede ayudar a comprender mucho mejor que sucede en nuestro acuario, ya que nos permite corregir mejor los errores, puesto que esas variables de "luz" y "desarrollo" pueden darnos mayor información de lo que estamos haciendo mal, o bien.
En ese mismo post de FINS, Roger Miller, coincide plenamente con Randall, y añade que la técnica low o high no tienen nada que ver con el éxito. También cree que a través de esa clasificación podemos saber mejor que sucede cuando nos equivocamos. Comenta que las variables mencionadas se pueden cruzar dos a dos, dando un cuadro de doble entrada en el cual tenemos 4 posibilidades : 1) “mucha luz – gran desarrollo”, 2) “mucha luz- poco desarrollo”, 3) “poca luz – gran desarrollo”, 4) “poca luz – poco desarrollo”. Aunque añade que los casos 2 y 3 son extraños, pero existen.
En mi opinión, las combinaciones equivocadas de nutrientes, o la falta de alguno de ellos, o el desequilibrio de éstos en relación a las condiciones de luz, pueden explicar el caso 2, en el cual además seguro que habrá un montón de algas. Algo parecido puede suceder en el caso 3 - pero al contrario- , un acuario adecuadamente abonado puede procurar un crecimiento correcto de las plantas si la luz es moderada, o incluso baja. Por tanto, podemos decir que hay una tercera variable que nos condiciona los cuatro tipos de acuario. Se trata de los nutrientes. Podríamos tener, por ejemplo, un acuario tipo 1 que seguro que debería estar “bien abonado”, el 2 es posible que tuviera un abonado deficiente, y que al mejorar éste pasará a ser de tipo 1.
Por ello, si tenemos en cuenta las variables, “cantidad de luz” y “cantidad de nutrientes” tendremos un acuario con un “desarrollo determinado”. Si hay un equilibrio entonces el acuario estará sano y sin algas. Si éste no existe aparecerán los problemas. Lo importante, por tanto, en el momento de elegir el tipo de tanque que queremos mantener, es pensar en el desarrollo de las plantas que queremos conseguir. Según esa decisión deberemos escoger un tipo de iluminación y de fertilización. Es importante recordar que, normalmente, existe una correlación entre “desarrollo de la plantas” y “mantenimiento del tanque”. Cuanto mayor es uno mayor el otro, y viceversa.
Claro que para liarlo todo un poco más, podemos añadir que el desarrollo depende del tipo de plantas, unas son de gran desarrollo y otras de poco. Así las combinaciones de los elementos anteriormente mencionados deberían tener en cuenta esta cuarta variable.
Para ampliar información:
"Aquatika"
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