El modelo high-tech se caracteriza por conseguir un desarrollo natural de las plantas de forma artificial a través de la utilización de alta tecnología. Pero, desde mi perspectiva, lo que diferencia esencialmente este modelo en relación al low-tech, al tiempo que lo caracteriza, es la utilización de una cantidad de luz elevada y una importante fertilización que conduce a un desarrollo de las plantas muy rápido y frondoso.
Los niveles de luz pueden alcanzar fácilmente los 3 - 5 w por litro, incluso más. Tan alto nivel de luz hace que la fertilización natural que se usa en los “acuarios naturales” (low-tech) sea claramente insuficiente, por ello se abona artificialmente los micro y macronutrientes necesarios, así como el C02, el cual se administra con una bombona y una válvula para regularlo. Para admnistrar los primeros se suele hacer a través de preparados comerciales, o en su caso caseros, en forma de líquido ( para las plantas que pueden tomar del agua el abono), o en forma sólida ( para aquellas que lo hacen desde el substrato a través de las raíces). El tipo de plantas suelen ser de crecimiento rápido o moderado, pocas veces se usan las de tipo lento.
También es habitual, aunque no siempre es así, el uso de otro tipo de artefactos como por ejemplo un phmetro digital, timers, calefacción en el substrato, unidades de ósmosis, filtros complejos, etc.
Todas estas variables proporcionan una buena salud para los peces ( aunque puede ser que en este tipo de tanques no haya ninguno ya que a los aficionados les suele gustar solamente mantener plantas). También procura este modelo buena salud para las plantas, las cuales se desarrollan muy rápidamente y de forma espectacular. Finalmente, proporciona este modelo unas condiciones estables del agua.
Pero, tiene el inconveniente de que requiere un desembolso importante de dinero, y mucho trabajo de mantenimiento del equipamiento, y la contínua realización de podas que se dan por ese desarrollo mencionado, y también mucha faena por los cambios de agua contínuos.
Los acuarios más espectaculares que podemos ver, por ejemplo los de Amano, siguen estas directrices. No es un acuario fácil, más bien es para aficionados con experiencia. Las grandes cantidades de luz se han de equilibrar con las condiciones físico-químicas del agua y con la cantidad de nutrientes. En caso contrario se desequilibra, cosa que puede suceder a un inexperto con una frecuencia inusitada, y entonces aparecen algas que pueden desesperar al mejor aficionado.
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